Galería del castillo de Mértola, del 19 de mayo al 17 de septiembre de 2022
Moulay Youssef Elkahfaï, uno de los principales nombres de la pintura marroquí contemporánea, nació en Marrakech, donde vive y trabaja. Se graduó en el Institut National des Beaux-Arts de Tétouan (Instituto Nacional de Bellas Artes de Tetuán) y actualmente organiza y dirige un taller de grabado y serigrafía en Marrakech en la École Supérieure des Arts Visuels (Escuela Superior de Artes Visuales). Desde 1988 ha participado en numerosas exposiciones colectivas e individuales. Sus obras forman parte de la colección del palacio real de Rabat, en Marruecos, y de varias colecciones privadas en Francia, Bélgica, Alemania, España, Portugal, Italia, Japón, México, China, Lituania, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos. En su obra le gusta explorar la esencia de las emociones humanas, trascender la materia y quedarse en lo espiritual, lo emocional, lo intangible. Además de la pintura, también tiene creaciones artísticas en grabado y escultura.
En el catálogo de la exposición, Rosinda Pimenta afirma que «acoger esta exposición del artista Moulay Youssef Elkahfaï en Mértola supone el cumplimiento de una vieja ambición de acercarnos a la obra y a la persona del que es, sin duda, uno de los artistas más importantes del universo de las artes plásticas contemporáneas en Marruecos. Moulay Youssef Elkahfaï nos honra con este «Regreso» interior, el mismo regreso de la Fiesta Islámica de Mértola, que por fin se celebra tras un parón forzado por las limitaciones de la pandemia. Y así, en la convergencia de este regreso, esta exposición es también la expresión manifiesta de la resiliencia y la perseverancia de la cultura y de sus agentes más directos, los artistas, frente a tiempos que han resultado adversos».
En una aproximación a la obra de Moulay Youssef Elkahfaï, destaco el sublime trabajo figurativo de sus composiciones, donde mezcla y entrelaza con maestría técnicas combinadas y materiales diversificados. Con un expresionismo muy potente, se percibe en su obra un gusto por la esencia de las emociones humanas expresadas en rostros y cuerpos marcados por formas imprecisas, a veces informes, intemporales, amplificadas en su expresividad y simbolismo por el uso decidido del color. Rostros y cuerpos, la materia física enredada para exponer lo intangible: la complejidad y la vulnerabilidad humanas, tan universales y tan evidentes en los tiempos que vivimos hoy. En la exposición de Mértola, nos encontramos con este universo de color y expresión, tan orgánico, humano, poético y penetrante al que el artista nos tiene acostumbrados.”.